Lo que debe saber al comprar alcohol en un Duty Free

Lo que debe saber al comprar alcohol en un Duty Free Por muy cansado que sea el vuelo o por mucho que dure, siempre hay una pequeña alegría esperando al turista en el aeropuerto, donde puede descansar, pasear, comprar recuerdos para sus familiares y regalos para sí mismo. Hablamos, por supuesto, de duty-free. Se considera que el coste de las compras allí es mucho menor debido a la ausencia de impuestos, aranceles y, a veces, impuestos especiales. Y si en Rusia son más que modestas, las tiendas libres de impuestos en el extranjero golpean la imaginación con su enorme tamaño: ocupan plantas enteras, brillan con sus letreros, seducen con sus precios y parecen más bien exposiciones. Multitudes de viajeros acuden en masa a comprar perfumes, café, chocolate, cigarrillos y alcohol. La calidad de los productos presentados es muchas veces mejor que la de lo que compramos en las cadenas de supermercados. Pero las tiendas sólo atienden a clientes con tarjeta de embarque. Es decir, no se puede entrar desde la calle y comprar algo; hay que ser pasajero del avión. Y las tiendas libres de impuestos pueden estar situadas tanto en la zona de salidas como en la de llegadas.

La mayor tienda libre de impuestos se encuentra en el aeropuerto de Dubai. Y algunas compañías aéreas introducen servicios como tiendas libres de impuestos... a bordo, durante el vuelo. La gama es, por supuesto, bastante escasa, pero resulta cómoda.

Con todas las ventajas, no hay que olvidarse de los posibles matices: cada Estado tiene sus propias restricciones a la exportación e importación de productos. Por ejemplo, si quiere comprar 10 litros de whisky en una tienda libre de impuestos, puede comprarlo, pero sólo puede llevarse 5 a casa. De ellos, tres litros están libres de impuestos, pero los dos restantes están sujetos a una tasa (10 euros por litro). El resto puede ser confiscado. Esto se aplica a todo el alcohol que posea, independientemente de dónde lo compre. Por ello, es aconsejable informarse antes de viajar sobre la normativa aduanera de cada uno de los países que piense visitar.

Hablando de whisky. El alcohol tiene su propio nicho entre los productos libres de impuestos. Si vuelas a menudo al extranjero, no es raro que tus amigos te pidan que les lleves alcohol desde el aeropuerto. Los turistas compran gustosamente whisky de lujo, tequila, licores, ron, bourbon a precios muy razonables, sin riesgo de adquirir una falsificación. Pero incluso aquí, los viajeros suelen llevarse una desagradable sorpresa. Los pasajeros que toman vuelos desde tres o más aeropuertos y deciden comprar alcohol en el aeropuerto de salida pueden perder el embarque en los puntos de tránsito. La aduana puede confiscar los líquidos que superen los 100 ml. Para evitarlo, deben cumplirse las siguientes condiciones: que la bolsa libre de impuestos esté precintada, que el recibo esté dentro y bien visible y que no hayan transcurrido más de 24 horas desde la compra. Si no, tendrá que desprenderse de sus codiciadas botellas.

Por lo tanto, la venta libre de impuestos es un placer, pero hay que respetar estrictamente las normas y reglamentos sobre la compra y el transporte de mercancías, incluido el alcohol de lujo. No hacerlo puede dar lugar a multas y confiscación.