En busca de la belleza y la soledad en las Azores

En busca de la belleza y la soledad en las Azores

A casi un millar y medio de kilómetros de Europa, existe un archipiélago de 9 islas llamado Azores. Cada una de estas islas es única a su manera, cada una conserva su naturaleza y belleza prístinas, y todas merecen una atención especial. No es el bullicio habitual y es un destino para quienes desean cambiar las cómodas playas, restaurantes y bares de los bulliciosos hoteles por una experiencia más tranquila e íntima de la naturaleza.

A las Azores, que forman parte de Portugal, se puede llegar desde Lisboa en vuelos nacionales. Hay aeropuertos en tres de las nueve islas: Terseira, Santa Maria y São Miguel. El clima y la ecología de la zona difieren considerablemente de los del continente y el tiempo suele ser variable, sobre todo en la parte noroccidental del archipiélago, en las islas de Corvoo y Floris. El tiempo en Corvoo cambia varias veces por hora, por lo que no se permite el alquiler de coches.

Se considera que las Azores están en temporada todo el año, ya que su principal objetivo es el ecoturismo, por el que ganaron un premio de la UE en 1995. Pero las actividades al aire libre pueden combinarse perfectamente con el baño en el océano. La natación en las Azores está abierta de junio a septiembre y en esta época del año se organizan baños con delfines. La observación de ballenas, una de las atracciones locales más populares, está disponible de mayo a junio. Entre agosto y diciembre, acuden aquí observadores de aves y ornitólogos. Los visitantes que simplemente deseen explorar la naturaleza y subir tranquilamente a cada uno de los miradores, que abundan en las islas, pueden llegar hacia finales de marzo, cuando el tiempo por fin se asienta y las breves lluvias primaverales no hacen sino aumentar la belleza del entorno natural.

En busca de la belleza y la soledad en las Azores

San Miguel, donde se encuentra el Parque y Valle de los Géiseres de Fournache, popular entre los turistas locales para dar un simple paseo y almorzar en un restaurante local, y Santa María, las dos islas más cálidas del archipiélago. Su litoral, poblado de abundante vida marina, raras medusas y corales blandos, es atractivo para practicar snorkel y submarinismo.

En la mayor de las islas, Terceira, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, explore cuevas sulfurosas, ascienda al mayor cráter volcánico de las Azores y deléitese con sus numerosos géiseres.

La isla de Pico, el punto más alto de la isla y de Portugal continental, es especialmente popular entre los escaladores.

En resumen, si no busca infraestructuras desarrolladas, está cansado del ritmo de las metrópolis y prefiere el espíritu libre de la libertad y los horizontes infinitos, las Azores son para usted.

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