La colorida cultura de Omán

Como segundo país más grande de la península arábiga, la cultura de Omán está muy extendida dentro de sus fronteras. Cada región tiene su propia historia y personalidad, y uno no puede evitar preguntarse: ¿cuánta diversidad hay en el país?

Hasta la década de 1970, Omán fue un importante puerto de escala para los viajeros, lo que propició la asimilación de muchas culturas a la suya propia. Cuando el Sultán Qaboos bin Saeed Al Saeed llegó al poder en 1970, decidió unificar la identidad nacional de Omán, creando así una cultura única y acogedora.

Comida en Omán

La comida de Omán recibe influencias de la India, África y partes de la Península Arábiga. Sus platos suelen incluir una base de carne de pollo o cordero con una ración de arroz.

El mashai es un contundente plato de pez rey frito de la costa de Omán con aromático arroz al limón, mientras que el ruz al mudhroub es un rico plato de arroz servido con pescado frito.

Arsia es un plato de arroz con cordero bien cocido, servido con una salsa agria llamada torchet. Una versión similar de este plato es el kabsa, que lleva arroz especiado con azafrán y carne.

El manjar árabe Hares Lahaam lleva cordero asado en una generosa porción de ghee. Gracias a su ubicación en Oriente Próximo, la comida omaní también incluye deliciosos kebabs y shawarma.

Los omaníes tienen un surtido de postres tradicionales como el Luqaimat, que son bolas de harina fritas aromatizadas con cardamomo y halva, aunque la halva es de trigo y se cuece a fuego lento sobre un fuego de leña.

Religión en Omán

La religión de Omán es el Islam. Alrededor del 75% de la población profesa la rama islámica conocida como ibadismo, lo que convierte a Omán en el único país del mundo donde predomina el ibadismo.

En consonancia con el carácter estricto del ibadismo, las mezquitas omaníes son sencillas, escasamente decoradas y carecen de minaretes, a diferencia de sus vecinas musulmanas. Según su religión, los ibadíes no beben alcohol y la modestia es la norma.

Las mujeres y los hombres se cubren los hombros, los brazos y las piernas en público. Durante el mes de Ramadán, en Omán reina una relativa tranquilidad y está prohibido comer, beber o poner música alta en público durante este periodo.

El país ocupa un lugar destacado en tolerancia religiosa. Entre las comunidades religiosas no musulmanas figuran hindúes, sijs, judíos, budistas y cristianos. La mayoría de los no musulmanes de Omán son extranjeros o emigrantes.

Costumbres sociales y comportamiento en Omán

Los omaníes son gente humilde pero hospitalaria. No se toleran las muestras públicas de ira, ni los gestos crueles o groseros. Creen en un comportamiento adecuado en público para mantener una buena reputación.

Por ello, es importante evitar cualquier situación en la que los omaníes puedan quedar mal ante sus compañeros. Lo percibirán como una debilidad personal, lo que repercutirá negativamente en ambas partes.

Si quiere fotografiarse con los lugareños, pida permiso antes, sobre todo si se trata de mujeres omaníes. Si no se sienten cómodos haciendo fotos, es mejor no plantear esa idea.

Los lugareños son muy cálidos y hospitalarios. Te invitan a su casa, donde suelen servir dátiles y café omaní. Cuando se visita su casa, es costumbre llevar un pequeño obsequio y descalzarse antes de entrar.

La dirección oficial para los hombres es "Sayed" y "Sayeeda" para las mujeres. Es importante saludar correctamente a los lugareños, ya que se valora mucho la cortesía.

Aunque no es obligatorio, los lugareños responden bien a los visitantes que saben al menos un poco de árabe, pues demuestra un esfuerzo consciente por conocer su cultura. Son especialmente precisos con la puntualidad, así que téngalo en cuenta a la hora de hacer negocios.

Los omaníes prefieren las conversaciones corteses sobre la familia y la salud antes de empezar a hablar de negocios. Sin embargo, cuando haga preguntas sobre la familia, recuerde tener tacto y limitar su interés por las mujeres.

No aprecian los comentarios sarcásticos sobre la religión o el sultán y no verán con buenos ojos ningún comentario contra el gobernante. De hecho, estas conversaciones pueden considerarse a veces traicioneras. Por esta razón, procure no hablar del gobierno omaní, sus funcionarios o el Sultán en las conversaciones.

Como Omán es un país musulmán, las interacciones sociales suelen estar divididas por sexos. El apretón de manos es el saludo más apropiado, sobre todo entre socios comerciales. El respeto a los mayores es una parte importante de la cultura de Omán, haga un esfuerzo por estrechar la mano de la persona más veterana antes que nadie en la reunión.

Aunque las costumbres van cambiando poco a poco, es aconsejable limitar interacciones como dar la mano, sonreír e interactuar con el sexo opuesto a menos que ellos den el primer paso.

En el transporte público, los hombres también rechazan en la mayoría de los casos un asiento para las mujeres.

Vestimenta tradicional en Omán

En consonancia con las altas temperaturas del país, la ropa tradicional omaní es holgada para favorecer la ventilación, pero cubre el cuerpo para mantener la modestia. Los hombres llevan vestidos hasta los tobillos llamados dishdasha, mientras que las mujeres suelen llevar burka o falda larga con un tocado llamado lihaf.

Ambos sexos llevan kohl, que realza los ojos y protege del sol. En cuanto a los accesorios, los hombres se pasean con una daga tradicional, llamada kanjar, y un bastón, llamado asse. Las mujeres prefieren pendientes y collares intrincados, así como pulseras.

Como el turismo es la principal actividad económica de Omán, los locales están acostumbrados a turistas y expatriados en sus ciudades. Sin embargo, siguen siendo tradicionales en sus creencias, y es mejor seguir siendo respetuosos con su cultura.

Omán es un país precioso, con gentes amables y paisajes espectaculares, y descubrirá que su cultura se basa en la tradición, la comunidad y la unidad.