¿Cómo son los neoyorquinos?

Los neoyorquinos son tan diferentes del resto de los estadounidenses que a estos últimos se les ve enseguida entre la multitud, por no hablar de los turistas. Y es que la imagen de los habitantes de esta ciudad perpetuamente enérgica se ha convertido en un mito, no sin la ayuda del cine, por supuesto. ¿Cómo son realmente los neoyorquinos?

1. no todos viven en Manhattan

Otros barrios y suburbios de la ciudad también tienen vida, con casas con patio y aparcamientos. Pero los turistas rara vez llegan hasta allí, a menos que se queden dormidos en la estación de metro.

2. Los neoyorquinos nunca miran hacia arriba

Los acontecimientos de King Kong están muy alejados de la vida real, no porque un simio gigante se haya aventurado a subir las 102 plantas del Empire State Building, sino porque los neoyorquinos se han dado cuenta de ello. Nunca miran hacia arriba. ¿Por qué?

3. nunca paran

Sólo los turistas disfrutan de las vistas infinitas de la ciudad de Nueva York, sienten todo el encanto de Times Square, justo en medio de la calle, eligen un ángulo para hacer una buena foto. Además, se dan cuenta de que hay estrellas en las bóvedas de la Grand Central Station. Eso sí que no es típico de un auténtico neoyorquino.

4. siempre tienen prisa por coger el metro, el autobús o el tren

La mayoría de los neoyorquinos conocen bien los "trucos" del transporte público. Por ejemplo, la puerta de un tren puede cerrarse en las narices de un pasajero retrasado, lo que puede significar que el siguiente esté a un par de minutos de distancia o que no llegue a casa hasta por la mañana. Esta última opción no se da a menudo, pero es mejor no correr riesgos. Porque si te quedas atrapado en el metro y hay un largo camino hasta la parada de autobús, tendrás que coger un taxi...

¿Cómo son los neoyorquinos?5. ... Y un neoyorquino nunca toma un taxi

Las únicas excepciones son si ha bebido demasiado y no recuerda la línea de metro, o si tiene que ir de Queens al aeropuerto de La Guardia.

6. En el metro, siempre observan la etiqueta

Si un neoyorquino ve que otro pasajero tiene dificultades para ponerse de pie debido a la edad (tanto grandes como pequeños) o a una lesión, siempre cederá su asiento. Pero no intentará sentar a la fuerza a una abuela de 64 años que sigue corriendo maratones y se encuentra bien. Tampoco irá nunca a la parte del vagón que esté de algún modo desocupada, porque lo sabe: los que no quieren ir allí ya huelen sospechoso.

7. No tienen nada en contra de la pizza por 99 céntimos

Todo el mundo en Nueva York tiene una pizzería favorita, pero no hay que avergonzarse de comprar a veces un trozo a la carrera, porque todo el mundo sabe lo caro que es vivir allí y lo rápido que hay que viajar.

8. Están acostumbrados a las estrellas

No se trata del planetario. Es que en esta ciudad viven muchos famosos, y es habitual que un neoyorquino haga una pregunta a otro famoso o discuta por un asiento en un bar.

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